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05 agosto 2012

Graffiti







Por MauVenom


Este niño del que les hablo estaba impresionado con el color verde por la simple razón de que así era el auto de la casa, en la escuela, sin embargo, admiraba el negro de la tinta porque le daba seriedad a sus letras, 
por otro lado, la pluma roja tenía capacidad de hacer que todo se viera importante, urgente. Deslumbrado también por una mariposa azul eléctrico y las luces neón de aquellas dos ciudades. Otro verde presente era el de los ojos de su madre aunque al chico se le hacían tan normales como los azules de su padre… pero la mirada gris del abuelo era cosa aparte. A este niño le compraron mil pinturas y con todas ensayó, mezcló y en algún primario momento atravesó la idea de dedicarse a las artes gráficas, pero no, el inventario ofrecido por la naturaleza era insuperable y ninguno de esos lápices lo pudo igualar nunca.

Impresionante; la policromía de los peces vistos a través del agua cristalina del acuario.

Este adolescente descubrió que el color negro en la sala laqueada como piano era fuerte y retador como sus propias emociones. La estética de aquellos años ayudó a crecer la manía y todo cuanto llegó se tornó negro, incluso los amigos se tiñeron para todos caminar por la calle en un uniforme que pretendió ser una rebeldía con clase. De aquellos días se quedaron también los ojos obscuros de aquella chica que fue obsesión, el blanco impoluto de las paredes que resaltaban todo, el azul de la aerolínea que llevó y trajo, el color cobre de la piel bronceada y el logotipo de un perfume presente que lleva en su nombre el pantone completo.

Único; el negro de aquel gato irrepetible que con su partida se lo llevó todo.

Este joven del que les cuento despertó un día sintiendo rechazo por la lobreguez que lo acompañó tiempo atrás y descubrió gran alivio en aquellos jeans azul claro y las playeras de tono simple que antes parecieron tan elementales. Probablemente fue por la vida frente al mar que el azul tomó la importancia dominante del Océano Pacífico mismo, quizá por aquel cielo de verano que todo lo demás se manchó celeste. Iniciaron los años cobalto en los que alternó la tranquilidad y la tristeza, la electricidad y la fluidez, las flores del norte con las aguas del sur.

Extraordinario; el azul brillante de esa noche en el desierto donde dejé el poco corazón que quedaba.

Este hombre presente diluyó aquel azul tristeza en el agua con la que hoy riega la tierra de la cual nació este rojo implacable, calidez que parece invadirlo todo para amanecer de nuevo y vivir un esplendor que promete extender los años. Maderas, plantas encendidas, pigmento de arena... legado de un país sin inhibiciones que arma paisajes con arcilla. Así en el color del fuego descubro ímpetu, promesa de vehemencia, un episodio que no pronostiqué. Integral a un mundo al cual al finalmente pertenezco.

Prodigioso; el rojo sol que veo desde esta ventana nueva como el destino que ahora estreno.

Antes de irnos deberíamos conseguir los óleos de cada color que marcó una etapa. Poner en un lienzo porciones de cada uno dependiendo de cuántos años dominaron la visión, mezclarlos, el tono final será lo que en realidad fuimos. La luz que aportamos a este inentendible graffiti.

Me gustaría descubrirme brillante, luminoso.



Imagen: Freepik




4 comentarios:

marichuy dijo...

Policromía como reflejo de nuestro estado de ánimo, nuestros cambiantes estados de ánimo. Bonito paralelismo, metáfora.

Creo que hoy amanecí un poco en azul.
El azul siempre me ha dado la sensación de melancolía, pero también de cierta tranquilidad.

Un beso

MauVenom dijo...

Mari

De alguna manera, todos somos pintores con nuestras etapas de tonos y estilos... como en todo, algunos hábiles, otros no tanto.

Como viste en el texto, yo he sido varios... hoy soy la combinación de muchos y eso me hace sentir libre, a domina uno más que otro pero quizá algún día, se combinen todos en equilibrio y logre ser el buscado blanco.

Un beso y gracias por leer mi texto.

(Que por cierto es un revivido de otros tiempos y otros lugares)

Ivanius dijo...

Me hizo pensar en burbujas de jabón, que brillan ante la luz (y encima de la sombra) con todo el arcoiris, y que --alegría y juego, al fin-- saben flotar, antes de desvanecerse.

Abrazo.

ROB dijo...

Más que colores me trajo imágenes de mi niñez y juventud y me hace pensar el aburrido crema de mi presente. Saludos Sr. MauVenomgoardg 627